Dedicaré esta primera entrada a mostrar cómo nuestros sentidos se ponen en acción a la hora de preparar alguna comida.
1. Gusto

2. Olfato
No sólo dependeremos del gusto para conocer a qué sabe alguna comida o si ya está lista. Podemos determinar esto a través del aroma. Algunos alimentos desprenden aromas más intensos que otros, pero depende de nuestra sensibilidad olfativa reconocerlos y darles valor.
3. Oído
En muchos casos es el sentido menos utilizado y valorado, pero también importante en la cocina. Por ejemplo, el oído nos puede ayudar a saber qué tan caliente está la sartén antes de añadir agua a un aderezo, si es un sonido prolongado e intenso sabremos que es el momento indicado. Particularmente nos acompaña en el caso de panes, galletas o alimentos crujientes.
4. Tacto
Además de reconocer si una comida está fría o caliente, a través del tacto conoceremos por ejemplo la consistencia de masas, cremas, carnes, frutas, etc; o si éstas se encuentran en buen estado. Sin duda, ya que manipulamos los alimentos con las manos ellas serán las encargadas de informarnos sobre nuestra preparación.
5. Vista
Si bien dicen que "todo entra por los ojos", pues tienen razón, un plato creativo, ordenado y con un buen realce de colores; abre el apetito y da muchas ganas de saborear. Debemos saber también que la vista no es parte en la cocina sólo a la hora de servir; es necesario estar atentos en todo momento de cómo desarrollamos la preparación, en los cortes, los colores, las formas, y cantidades.
Podemos darnos cuenta de cuán importantes son los sentidos en la cocina, y cada uno de ellos funciona complementando al otro. Cocinar no es sólo un acto de añadir ingredientes, cocinar es ser y hacer parte de todo a nuestra mente, cuerpo y corazón.